DHA (ácido docosahexaenoico) contribuye al correcto funcionamiento del cerebro y por lo tanto apoya las habilidades mentales, ayuda a mantener la agudeza visual normal y contribuye, con la EPA, a la función cardíaca normal.
La vitamina A contribuye, entre otras cosas, a un metabolismo normal del hierro y a mantener la normalidad: piel, vista, metabolismo energético e inmunidad.
La vitamina E ayuda a proteger las células del estrés oxidativo.
La vitamina C contribuye, en particular, a la regulación de la actividad hormonal, a la preservación de la función inmune durante y después de una actividad física intensa, al normal funcionamiento de los huesos, los vasos sanguíneos y el cartílago, a la protección contra el estrés oxidativo y a reducir la fatiga.
El ácido fólico contribuye a la formación normal de sangre, desempeña un papel en el metabolismo normal de la homocisteína, apoya el funcionamiento normal del sistema inmunitario y ayuda a reducir la fatiga.
La vitamina B12 contribuye, entre otras cosas, al normal funcionamiento del sistema nervioso, la inmunidad y la reducción de la fatiga.
El selenio ayuda a mantener la normalidad: cabello, uñas, función tiroidea y sistema inmunológico normal y proteger contra el estrés oxidativo.
El zinc contribuye, entre otras cosas, a un metabolismo normal de los carbohidratos, a la función mental normal, a mantener la normalidad: vista, inmunidad, huesos y uñas, cabello, piel y a proteger contra el estrés oxidativo.